ANTES DE ACOMPAÑAR A OTROS, TUVE QUE APRENDER A ACOMPAÑARME A MI MISMA...

¿QUIÉN SOY?

Mi nombre es Rocío Belén Ramírez.
Y si algo aprendí en mi propio camino es que a veces hace falta perderse para poder encontrarse de verdad.

Mi historia no empezó desde la claridad, sino desde la confusión, la búsqueda y un vacío que no sabía cómo explicar. Viví muchos años desconectada de mí misma, haciendo lo que "debía", funcionando en piloto automático, hasta que las crisis existenciales me mostraron que no estaba viviendo desde mi esencia, sino desde mandatos, heridas y programaciones.

En el intento por encontrar mi camino profesional, estudié Psicopedagogía, pero a la mitad de la carrera me di cuenta que no era lo mío. Luego intenté Psicología en la UBA, convencida de que quizás ahí sí iba a encontrar sentido. Me mudé a Mar del Plata e intenté continuarla allí… pero hubieron problemas administrativos, trabas absurdas . Lo tomé como una señal. Finalmente estudié Acompañamiento Terapéutico en la Universidad FASTA y me recibí, pero aun así algo dentro de mí seguía incompleto.

En paralelo hacía terapia tradicional, buscando alivio. Pero no encontraba avances. Un día llegué al consultorio en plena crisis de llanto y la psicóloga solo me atendió diez minutos. Salí con un diagnóstico frío de "trastorno de ansiedad generalizada" y una derivación al psiquiatra. Me sentí reducida a una etiqueta. Ese fue mi límite. Sabía, muy profundo, que tenía que existir otra forma de sanar.

El quiebre llegó un día simple, caminando por la costa marplatense. Ahí sentí mi alma después de años dormida. Le dije al Universo que me mostrara mi camino real, que estaba abierta a encontrarlo… y me respondió.

Así llegué al mundo de las Terapias Holísticas y al Instituto de la Dra. Nadia Giraudo. Cuando leí el programa, todo encajó. Estudié Biodescodificación, PNL, Hipnosis, Psicogenealogía, Coaching Holístico, Memoria Celular, y distintas Terapias Vibroenergéticas como: Reiki Usui, Radiestesia, Gemoterapia, Aromaterapia, Sonoterapia, Flores de Bach, Fitoterapia, entre otras. Todo eso no solo me apasionó y transformó mi vida por completo, sino que me permitió acompañar transformaciones profundas en otras personas.

Con los años entendí algo esencial:
la mayoría de los síntomas, bloqueos y crisis nacen de la desconexión del alma.
Cuando dejamos de escucharnos, vivimos desde los mandatos, los miedos, las creencias, el personaje. Y ahí aparece la ansiedad, el vacío, la falta de propósito, el cansancio, la confusión, la repetición de patrones.

No porque estemos rotos. 
Sino porque nos alejamos de nuestra verdad.

Hoy acompaño a las personas a desprogramar lo que no les pertenece, a volver a su esencia, a recordar quiénes son cuando se sacan las máscaras. Porque yo también estuve perdida. Yo también viví en crisis. Yo también me olvidé de mí.

Y si yo pude transformarme desde adentro, vos también podés.

Mi propósito es acompañarte en ese regreso:
a vos, a tu verdad, a tu alma, a tu vida real.


Porque cuando una persona vuelve a sí misma, todo se ilumina.